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Horizonte Bitcoin
  • Horizonte Bitcoin
  • Introducción
    • Prólogo
    • Sumario
  • parte 1
    • 1.1 El Dinero
      • Antes del dinero
      • ¿Que es el dinero?
      • El descubridor de precios
      • La religión del dinero
    • 1.2 La Pirámide
      • Deuda y humo
      • Economía Piramidal
      • Encadenamiento Digital
      • Dinero infinito, precios infinitos
    • 1.3 El Cartel
      • Cartel Global
      • Un patrón de medida inservible
      • Rebelión Criptográfica
  • parte 2
    • 2.1 Bitcoin y bitcoin
      • Alumbramiento en la red
      • Consenso Distribuido
      • Escasez digital
    • 2.2 Valor Distribuido
      • Hashing
      • Prueba de Trabajo
      • La cadena de Bloques
      • Reglas sin gobernador
    • 2.3 La Propiedad Definitiva
      • Transacciones de bitcoin
      • Billeteras
      • Inconfiscable: Las llaves privadas
  • parte 3
    • 3.1 ¿Cuanto vale un Bitcoin?
      • El mejor dinero
      • El valor de un bitcoin
      • Los ciclos del mercado
      • El precio final del Bitcoin
    • 3.2 Legalidad y subsistencia del Bitcoin
      • La ultra-legalidad del Bitcoin
      • Monedas de delincuentes
      • Juegas o pagas
      • Homo Continiens
    • 3.3 El nuevo Horizonte
      • Abominaciones criptográficas
      • En la agonía del nacimiento
      • Horizonte de posibilidades
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  1. parte 1
  2. 1.2 La Pirámide

Encadenamiento Digital

Inicialmente todo el sistema de deuda, bonos, y monedas fue montado en papeles en forma de leyes, contratos y billetes que tienen firmas, símbolos, fotografías, números y fechas que le dan la apariencia de legitimidad a todo el chorro de compromisos financieros impagables, que descienden desde la parte más alta del esquema piramidal. Sin embargo, conforme este sistema se ha ido integrando con las redes digitales de computadoras, la intangibilidad del dinero ha llegado a ser casi total.

El dinero digital es mucho más practico que el papel moneda principalmente porque se puede mover a grandes velocidades y grandes distancias usando el internet, pero también tiene la desventaja de que aumenta la dependencia en los intermediarios, que ahora tienen control total sobre los números en las cuentas electrónicas y pueden registrar, anular y restringir cualquier transacción y hasta bloquear el acceso de las personas a sus fondos.

En cada transacción electrónica que hacemos confiamos en una o varias entidades que actúan como un tercero que aprueba o restringe las transacciones y por supuesto, vigila el uso que le damos al dinero. Por lo que, de facto, el dinero de las cuentas electrónicas siempre pertenece al custodio, al banco, y este, si gusta, nos puede autorizar a utilizarlo.

Las hojas de contaduría que utilizan las instituciones financieras pueden crear el dinero fiat digital en cantidades ilimitadas en un solo instante y los datos sobre cómo se reparten la piñata de moneda infinita entre los bancos, corporaciones e instituciones públicas es muy difícil de observar y analizar, ya que estos movimientos en las cuentas si son opacos, privados y secretos, al menos, desde el punto de vista del ciudadano común.

Por otro lado, los datos personales y financieros de las personas, son totalmente transparentes para este tipo de instituciones y su personal. ¿Quiénes son estas personas que saben todo sobre nuestras finanzas? ¿Podemos confiar en que absolutamente ninguno de los empleados de estas instituciones usaría nuestra información financiera en nuestra contra? ¿Cuántas veces habrán hackeado los sistemas de seguridad bancarios y robado nuestra información personal y financiera sin que nos demos cuenta?

“Los banqueros Rotschild se enteraron por palomas ensajeras de la derrota de Napoleón en Waterloo, pero ahora las noticias corren más veloces que la luz, y con ellas viaja el dinero en las pantallas de las computadoras. Un anillo digno de Saturno gira, enloquecido, alrededor de la tierra: está formado por los 2.000.000.000.000 de dólares que cada día mueven los mercados de las finanzas mundiales. De todos esos muchos ceros, que marea mirarlos, sólo una ínfima parte corresponde a transacciones comerciales o a inversiones productivas.”

Eduardo Galeano

Tarjetas y Grilletes

Cuando usamos una tarjeta de crédito o débito, accedemos a un complejo sistema donde múltiples intermediarios tienen que aprobar cada transacción, esta, recorre las bases de datos de varias instituciones que requieren la existencia de una gran burocracia administrativa. En los logotipos de estos plásticos podemos visualizar a nuestros benefactores financieros.

Para usar este sistema, primero tenemos que utilizar los servicios del personal de bancos locales: el banco del comprador y el banco del comerciante. Ambos bancos requieren fusionar su estructura financiera y legal con un procesador de pagos como Visa o MasterCard. El comercio tiene que conseguir la terminal de punto de venta (datáfono) y pagar por las comisiones, mantenimiento, alquiler, etc. El comprador requiere de una tarjeta que viene asociada de cláusulas y contratos legales.

Cuando ocurre una compra, el adquiriente “autoriza” la transacción al usar la tarjeta, la cual otorga al datáfono acceso a una cuenta de dinero virtual y este “extrae” el dinero de la cuenta. Pero el comerciante no recibe el dinero directamente, si no que tiene que esperar uno o más días hábiles para que la transacción sea enviada por el procesador de pagos al banco, y luego, esperar unos días más para que el banco realice el depósito correspondiente en la cuenta del comerciante.

Estas demoras y todo este personal, son necesarios porque aunque el dinero es electrónico, las transacciones tienen que pasar por verificaciones de seguridad y prevención de fraudes, procesamiento de datos, reconciliaciones financieras etc. Las extensas revisiones y autorizadas se deben a que las tarjetas tienen un sistema de seguridad increíblemente débil ya que funcionan como billeteras abiertas, en las que el dinero es extraído de la cuenta por un tercero el cual tiene acceso al total de los fondos, de todas las cuentas, en todo momento, con solo acercar un aparato electrónico a una tarjeta de crédito.

Este sistema no solo facilita el fraude, también transfiere enorme el costo de los servicios burocráticos de todas las instituciones financieras al precio final del producto. Usamos la moneda digital, que sirve de reserva al banco local, que sirve al banco central local, que a su vez sirve al procesador de pagos internacional, que sirve al sistema financiero internacional que sirve al gobierno que impone el sistema financiero internacional. Por lo que cada vez que usamos el dinero electrónico-fiat estamos alimentando a todos los estratos de intermediarios requeridos para la existencia de este innecesariamente complejo, burocrático y costoso sistema de pagos.

Además, a fin de cuentas, el mismo sistema de transacciones es terriblemente inseguro, los datos de los usuarios son robados constantemente de los bancos en hackeos que por lo general no salen a la luz y los mismos empleados bancarios tienen el incentivo para cometer crímenes y fraudes ya que tienen acceso a toda la información personal de los usuarios.

Los bancos tienen algunos de los edificios más imponentes en medio de las ciudades más importantes, son las catedrales urbanas de la actualidad; su financiamiento es opaco para el público que nunca observa en sus facturas los costos que está pagando a estas entidades ni tiene conocimiento de cómo es que estas entidades adquieren tanto poder. La información financiera de los bancos es secreta y protegida, pero es transparente para ellos la información privada de las personas y los detalles de sus gastos, estos datos son repartidos por toda la estructura financiera para ser verificados, escrutados, analizados y vendidos sin el consentimiento de los individuos. Los mismos bancos que crearon una enorme cortina de humo para esconder su esquema de fraude y deuda son incapaces que permitir que el individuo tenga privacidad a la hora de gastar su dinero. La tecnología digital ha sido utilizada para reducir la soberanía del individuo sobre su dinero al mínimo posible y creando una nueva forma de control social.

Apartheid Económico

A mediados del siglo XX la empresa IBM fue pionera en crear sistemas para crear bases de datos de personas y así simplificar la tarea al usar tarjetas que clasificaban a las personas según sus datos personales y de esta manera de separar a los judíos, comunistas, personas con problemas físicos y otras no deseadas para que fueran eficientemente localizados en campos de trabajo forzados o llevados a campos de concentración para ser sistemáticamente asesinados de manera industrial por un gobierno gobierno totalitario.

En la actualidad como en otros momentos de la historia en diferentes países las personas son discriminadas económicamente por diferentes razones, ya sea género, país de origen, color de piel, orientación sexual, ideología política o religiosa, etcétera. El dinero en efectivo no distingue quien es su dueño, es el mismo billete en manos de cualquier persona, pero con la digitalización del dinero el acceso a servicios bancarios ligados a la identidad personal funciona como un filtro que permite la discriminación en escala masiva.

Los datos almacenados en las bases de datos de las corporaciones tecnológicas adquieren información personal que es magnitudes de veces mas detallada en comparación con la que se que se podía recopilar en décadas anteriores inclusive por agencias de investigación o espionaje, esta información es luego vendida o compartida a una serie de instituciones de carácter privado y público que además de escrutarla, también la venden y la comparten constantemente a otras instituciones. Esta información por supuesto incluye la información recopilada por los bancos y procesadores de pagos que detalla dinero tenemos en donde y como lo gastamos, lo cual habla muchísimo de nosotros mismos y de nuestras afiliaciones. Nunca sabremos quienes son las personas que tienen acceso a todos estos datos ni cuantos robos, estafas y secuestros son organizados por los empleados de los bancos e instituciones financieras que tienen acceso a esta información.

Por otro lado, en países donde el gobierno no ha sido eficiente creando documentos de identidad o adoptando plataformas digitales, las personas se encuentran desprovistas de acceso a servicios bancarios básicos ya que el sistema financiero se ha encargado de suprimir cualquier avance tecnológico que no contribuya a el esquema de control absoluto y basado en la identidad personal creado por el cartel de bancos. Cuando el uso del dinero está ligado a la identidad del individuo, las personas desplazadas por razones económicas o de violencia no pueden abrir cuentas bancarias en el extranjero, a estas les cobran grandes comisiones por las transferencias internacionales, que además tardan un tiempo exagerado y son constantemente rechazadas o canceladas, un altísimo porcentaje de las remezas fruto del trabajo de las personas en países extranjeros son efectivamente robadas por empresas que funcionan como intermediarios cobrando un inmenso peaje por hacer simples transferencias electrónicas.

El pretexto para invadir la privacidad es la lucha contra las drogas y el terrorismo pero es en Wallstreet donde se consume mas Cocaina y se venden mas armas, los carteles de las drogas compran sistemáticamente a funcionarios públicos en todo el mundo y los grandes bancos pagan constantemente multas millonarias por ayudar a financiar usando su moneda fiat a grupos terroristas y lavar dinero en cantidades inimaginables para una persona común. En un obvio ejemplo de reflejo Junguiano los bancos y los estados reflejan en la persona común los crímenes que estas ellos mísmos comenten constantemente y examinan hasta las más pequeñas insignificantes transacciones personales usando una estructura de burocrática que pasa por alto los gigantescos crímenes de mega corporaciones y entidades estatales.

“Wall Street se llama así, Calle del Muro, por el muro alzado hace siglos para que no se fugaran los negros esclavos: Wall Street es actualmente el centro de la gran timba electrónica universal, y la humanidad entera está prisionera de las decisiones que allí se toman. La economía virtual traslada capitales, derriba precios, despluma incautos, arruina países y, en un santiamén, fabrica millonarios y mendigos.”

Eduardo Galeano

Para ver a donde nos llevan estás políticas de vigilancia económica solo hay que fijarse en el modelo de China donde estos datos recopilados se usan para establecer un “puntaje social” en el cual el gobierno califica a las personas y basados en su disposición a obedecer y cumplir ciegamente con los mandatos arbitrariamente establecidos por el gobierno. De no cumplir estos mandatos al pie de la letra, o atreverse a criticar alguna política estatal, el puntaje social baja lo cual implica castigos entre los cuales se encuentran el acceso a crédito o servicios bancarios o la restricciones de gastar el dinero en ciertos servicios y productos como en transporte o comercios.

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Last updated 5 days ago