Apartheid Económico
Para ver a donde nos llevan estás políticas de vigilancia económica solo hay que fijarse en el modelo de China donde estos datos recopilados se usan para establecer un “puntaje social” en el cual el gobierno califica a las personas y basados en su disposición a obedecer y cumplir ciegamente con los mandatos arbitrariamente establecidos por el gobierno. De no cumplir estos mandatos al pie de la letra, o atreverse a criticar alguna política estatal, el puntaje social baja lo cual implica castigos entre los cuales se encuentran el acceso a crédito o servicios bancarios o las restricciones de gastar el dinero en ciertos servicios y productos como en transporte o comercios.
En países donde el gobierno no ha sido eficiente creando documentos de identidad o adoptando plataformas digitales, las personas se encuentran desprovistas de acceso a servicios bancarios básicos ya que el sistema financiero se ha encargado de suprimir cualquier avance tecnológico que no contribuya a el esquema de control absoluto y basado en la identidad personal creado por el cartel de bancos.
Cuando el uso del dinero está ligado a la identidad del individuo, las personas desplazadas por razones económicas o de violencia no pueden abrir cuentas bancarias en el extranjero, a estas les cobran grandes comisiones por las transferencias internacionales, que además tardan un tiempo exagerado y son constantemente rechazadas o canceladas, un altísimo porcentaje de las remezas fruto del trabajo de las personas en países extranjeros son efectivamente robadas por empresas que funcionan como intermediarios cobrando un inmenso peaje por hacer simples transferencias electrónicas.
Pero más allá de los delitos que individuos pueda cometer, esta estructura de invasiva de la privacidad financiera abre la ventana para abusos colectivos que apenas estamos empezando a comprender.
El pretexto para invadir la privacidad es la lucha contra las drogas y el terrorismo, pero es en Wallstreet donde se consumen las hojas de coca procesada con químicos y se venden más armas. Los carteles de las drogas compran sistemáticamente a funcionarios públicos en todo el mundo y los grandes bancos pagan constantemente multas millonarias por ayudar a financiar usando su moneda fiat a grupos terroristas y lavar dinero en cantidades inimaginables para una persona común.
En un obvio ejemplo de reflejo Junguiano los bancos y los estados reflejan en la persona común los crímenes que estas ellos mismos comenten constantemente y examinan hasta las más pequeñas insignificantes transacciones personales usando una estructura de burocrática que pasa por alto los gigantescos crímenes de mega corporaciones y entidades estatales.
“Wall Street se llama así, Calle del Muro, por el muro alzado hace siglos para que no se fugaran los negros esclavos: Wall Street es actualmente el centro de la gran timba electrónica universal, y la humanidad entera está prisionera de las decisiones que allí se toman. La economía virtual traslada capitales, derriba precios, despluma incautos, arruina países y, en un santiamén, fabrica millonarios y mendigos.”
Eduardo Galeano
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