Rebelión Criptográfica
Se dice que una moneda de oro podía comprarte un buen traje en la antigua roma y puede hacer lo mismo hoy en día. Los recurrentes colapsos de la moneda fiat a través de la historia humana han obligado a las sociedades a buscar alternativas para suplantar a la moneda colapsada. Esto le ha dado al oro su posición de dinero milenario como forma de valor, el refugio del dinero cuando la incertidumbre ronda en las calles y los mercados.
Por otro lado, la transformación del dinero mercancía a fiduciario, fiat y luego digital ha traído conveniencias prácticas y facilidades de transmisión que han convertido al oro en una reliquia de un mundo al que no debemos volver.
Tener oro como protección en caso de un colapso del sistema de dinero digital que usamos hoy en día es rezarle a la catástrofe, es apostar por un retroceso de cientos de años al que llegaríamos de manera brutal. Las crisis económicas no implican necesariamente un retroceso tecnológico y las redes informáticas y el internet son un medio de comunicación robusto, creado para sobrevivir a ataques nucleares y cosas por el estilo. El dinero ideal para el futuro, deberá fusionar las capacidades de la era digital con las cualidades monetarias que hicieron del oro un símbolo de valor.
Un viejo dilema
Las ideas keynesianas que marcaron el trayecto hacia la implementación del sistema económico actual tienen su antítesis desde el siglo XIX en la corriente de pensamiento llamada Escuela Austriaca de Economía. Esta planteaba los problemas derivados de la intervención estatal en la economía y había desarrollado una serie de propuestas y alternativas mediante el análisis de las elecciones y acciones de agentes individuales, sus preferencias y la forma en la que estos determinan las metas que se proponen.
Dentro de esta corriente de pensamiento, las ideas del economista Friedrich Hayek han sido especialmente influyentes. Su tesis sostiene que el orden en una sociedad surge de manera espontánea a través de los individuos que buscan sus propios intereses, y que el conocimiento y la información necesaria para coordinar eficientemente la producción y distribución de bienes está dispersa entre millones de individuos, por lo no puede ser centralizada en tiempo real de manera efectiva por el estado, ni puede una autoridad central diseñar un sistema que compita con semejante nivel de complejidad.
Estos conceptos sin embargo carecen de un apoyo tangible por parte de la mayoría de los gobiernos ya que después de todo, aunque el dinero fiat es veneno para la economía real, todo el sistema financiero y la estructura de poder depende de la continua emisión de moneda. En la práctica, estos razonables principios económios no podían ser implementados por la cúpulas en su propio detrimento.
En vez de eso estos conceptos emergieron en forma de programas de software escritos por un pequeño grupo de programadores de código informático unidos a través de listas de correo que rondaba en discretos rincones del internet.
Subversiones
"Nos movemos hacia el futuro como personas que manejan un automovil utilizando el unicamente el espejo retrovisor... Estamos siendo guiados por marxismo, cristiandad, racionalismo, psicología sindicalizada. Sí, todas esas cosas. ¡Pero por dios! ninguna de estas hace refferencia a lo que viene"
Terrence McKenna
Desde finales de los años ochentas un grupo conocido como Chypherpunks o Cripto-punks por su traducción al español, habían estado desarrollando tecnologías enfocadas a aumentar la privacidad en las comunicaciones de internet, y para lograr este objetivo su herramienta predilecta es la criptografía. Este término se refiere a técnicas para crear canales de comunicación seguros (cifrado o encriptación de mensajes) en la presencia de un adversario que busca descubrir el contenido de los mensajes.
Anteriormente los usos prácticos de estas técnicas criptográficas eran de utilidad principalmente en los campos de batalla y tuvieron enormes avances durante el siglo XX, cuando los mensajes de los ejércitos comenzaron a flotar en el aire en ondas de radio que permitían la comunicación a largas distancias, pero que también podían ser escuchados por el enemigo. Esto obligaba a los ejércitos contendientes a encontrar maneras de cifrar los mensajes de manera que únicamente los amigos pudieran leer el contenido de estos. Eventualmente los avances matemáticos y técnicos desarrollados para quebrar estás encriptaciones llevaron directamente a la creación de las primeras computadoras como las conocemos hoy en día.
El sufijo punk se refiere las características subversivas del movimiento Chypherpunk cuyo nombre está inspirado por por el movimiento artístico Cyberpunk que desde los años ochentas exploraba las implicaciones de las interacciones humanas una realidad en el cual una red tecnológica une virtualmente a la totalidad los individuos e instituciones, privadas y públicas, naturales y artificiales. En este contexto los enormes recursos económicos y tecnológicos de las corporaciones y los estados se tornan en contra del ser humano; la tecnología permite estas gigantescas instituciones un nivel intromisión en los asuntos personales y la información privada sin precedentes por lo que la voluntad humana puede ser doblegada y manipulada de maneras inimaginables solo unas décadas atrás.
En este mundo el ser humano, el individuo y su espíritu luchan por existir en una sociedad donde el poder de la tecnología e instituciones trasciende la vida humana en tiempo y espacio. En esta guerra las armas con las que se defienden las cualidades humanas incluidas la privacidad y la libertad de elegir cómo usamos el dinero serán prohibidas y destruías, al menos que no puedan serlo.
Las ideas básicas del movimiento criptopunk pueden ser encontradas en su manifiesto escrito por Eric Hughes en 1993:
“...Debemos defender nuestra propia privacidad si esperamos tener algo de privacidad. Debemos unirnos y crear sistemas que permitan transacciones anónimas Las personas han estado defendiendo su propia privacidad durante siglos con susurros, oscuridad, sobres, puertas cerradas, saludos, apretones de manos secretos, y mensajeros. Las tecnologías del pasado no permitían una privacidad robusta, pero las tecnologías electrónicas si lo pueden lograr.”
“Nosotros los Criptopunks estamos dedicados a construir sistemas anónimos. Estamos defendiendo nuestra privacidad con criptografía, con servidores de correo anónimos, con firmas digitales, y con dinero electrónico.”
“Los criptopunks escriben código. Sabemos que alguien tiene que escribir software que defienda la privacidad, y ya que no podemos obtener privacidad al menos que todos la obtengamos, vamos a escribir el código. Publicamos nuestro código para que nuestros hermanos criptopunks puedan practicar y jugar con él. Nuestro código es libre para ser usado por cualquiera al rededor del mundo. No nos importa si no apruebas el código que escribimos. Sabemos que el software no puede ser destruido y que los sistemas distribuidos no pueden ser apagados.”
Entendiendo el dinero como una forma de comunicación e inspirados por los ideas económicas de Hayek un sub-grupo de criptopuncks autodenominados Hayekianos comenzó a desarrollar formas de dinero digital que imitaban las características de la comunicación cifrada con el fin de crear una alternativa al dinero fiat y crear un nuevo tipo de dinero que permitiera la existencia de una verdadera soberanía monetaria para el individuo.
Código en la Aurora
Los primeros intentos por crear monedas digitales desde los principios Hayekianos estaban hasta cierto grado centralizadas, lo cual las hacía vulnerables al control y la censura y no fueron ampliamente adoptadas. Estos primeros fracasos, delinearon claramente los titánicos objetivos y retos técnicos para el eventual éxito del dinero digital a la medida de los criptopunks, esta forma de dinero debería ser obligatoriamente:
Inmune a la violencia, la censura y a la coerción, por lo cual no puede estar controlado por ninguna persona, grupo o institución ni ubicado en un lugar del mundo físico o virtual que sea un objetivo de ataque.
Emitida libre de deuda y en una cantidad limitada.
Que permita la transferencia de valor de manera privada, inconfiscable, incensurable y totalmente imparcial.
De acceso libre y de transacciones económicamente eficientes.
El primero de estos objetivos eran por mucho el más evasivo; aunque internet ya era una red de información distribuida, la forma de almacenar y cambiar la información en las bases de datos usados como hojas de contaduría seguía estando ligada al uso de servidores físicos y mantenía a fin de cuentas la misma estructura jerárquica que centraliza la manipulación de los datos.
Mientras tanto, la crisis hipotecaria del 2008 precipitó los últimos eventos en la milenaria historia del dinero. Esta crisis en el centro de la economía más importante del mundo contó con todos los ingredientes que adornan el problema del dinero fiat y existencia de un cartel bancario mundial.
Después promover irresponsablemente la creación de crédito y deuda para la compra de bienes raíces en Estados Unidos, el sistema de reserva fraccionaria empezó a salirse de sus límites funcionales, los precios de las propiedades fueron elevados artificialmente durante años por medio del ofrecimiento de créditos sin respaldo hasta que estos alcanzaron un tope en el precio en el que dejó de ser rentable solicitar estos créditos para seguir comprando propiedades. En ese punto los precios empezaron a bajar y las hipotecas bancarias sin respaldo se tornaron impagables, luego los bancos que habían sido los cómplices de los reguladores estatales en la creación de esta burbuja de precios entraron en estado de insolvencia.
La solución al problema fue anunciada por el poder ejecutivo del gobierno, el presidente Obama dijo de los bancos en estado de insolvencia no podían quebrar ya que eran “muy grandes para fallar”, osea, eran cartas necesarias para sostener la estafa piramidal del dólar; por lo cual estos bancos serían rescatados directamente por el estado usando los ahorros de los ciudadanos e imprimiendo millones de dólares que serían repartidos a los perpetradores del crimen económico, que dejó a la economía mundial en estado de shock y a miles o millones de personas sin hogar.
Ese mismo año en una lista de correo electrónico de criptografía, se publicaría el diseño de una moneda electrónica que emulaba las cualidades establecidas por los criptopunks y que teóricamente contaba con las características necesarias para sobrevivir en el hostil ecosistema del mundo financiero.
Aunque este evento pasó totalmente desapercibido para el resto del mundo, para un pequeño grupo de personas había florecido una semilla de esperanza, el Goliat financiero de proporciones épicas y poder inigualable sería retado por un pequeño, simple y elegante código informático llamado Bitcoin.
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